Curso de Lengua de Señas Mexicana para personas servidoras públicas
Redacción
Para facilitar la comunicación al interior y al exterior de la Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (SIPDUS), y en un acto que busca la integración de todas las personas, la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (Sebiso) comenzó el taller de Lengua de Señas Mexicana (LSM), dirigido al personal que brinda atención al público.
De los 13 trabajadores con discapacidad, que actualmente forman parte de la plantilla laboral de la SIPDUS, 5 de ellos viven con una deficiencia auditiva. Algunas de esas contrataciones se realizaron con la finalidad de establecer un marco de inclusión, y ahora, en una segunda etapa, se capacita al personal en materia de Lengua de Señas Mexicana.
El taller, que tendrá una duración de 24 horas, distribuidas en 12 sesiones semanales, será impartido por personal de la Dirección General de Inclusión para las Personas con Discapacidad. Está dirigido a 24 personas de distintos espacios que, por la naturaleza de sus funciones, ofrecen atención directa al público, y de las áreas a las que pertenece el personal con discapacidad, a efecto de facilitar la comunicación en su ambiente laboral.
En este curso se explicó la diferencia entre lengua y lenguaje, la importancia de la inclusión de las personas sordas en la vida pública y social, estrategias para lograr la inclusión, contexto para entender la LSM. Además, se enseñó el alfabeto de esta lengua y se realizaron ejercicios prácticos.
En México, de acuerdo con datos del Censo de Población y Vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), existen 5 millones 739 mil 270 personas con algún tipo de discapacidad, y 12.1 % son personas sordas que en algunos casos se enfrentan a dificultades para su contratación.
En ese contexto, el taller busca concientizar a servidoras y servidores públicos respecto a la importancia de romper las barreras del lenguaje para todas las personas, de manera que se pueda brindar atención generalizada, pues el entorno no debe ser una limitante para las personas con discapacidad.