Leopoldo Iniesta
Tlanchinol Hgo.- Ubicado en la Sierra Madre Oriental, el municipio de Tlanchinol, Hidalgo, se distingue por su clima templado, su exuberante vegetación y un ambiente cubierto de neblina durante gran parte del año. Conocido como "Tlanchinieblas" o "la capital mundial de la neblina," este pintoresco lugar ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza, la historia y la aventura, donde sobresalen tres espacios turísticos que visitar.
Parroquia y Ex convento de San Agustín, este sitio emblemático es una joya arquitectónica del siglo XVI construida por los agustinos. Su gran espadaña de 10 metros de altura y seis arcadas para campanas es un testimonio del pasado colonial de Tlanchinol. Una de las campanas, datada en 1571, añade un toque histórico inigualable, convirtiendo este lugar en una parada obligada para los amantes de la historia y la arquitectura.
La Cueva del Tigre este enigmático lugar esconde fósiles de animales y un aire de misterio. Aunque es una atracción tentadora para los exploradores, se recomienda precaución debido a su difícil acceso y riesgos asociados. Es ideal para los visitantes interesados en la paleontología o los secretos de la sierra alta hidalguense.
Cascada Cerro Alto, para los aventureros, la cascada Cerro Alto ofrece un contacto directo con la naturaleza. Rodeada de frondosos paisajes, es perfecta para actividades al aire libre como senderismo y fotografía. La belleza de sus aguas y el entorno montañoso hacen de este lugar un escape ideal para quienes buscan tranquilidad y emoción.
En Tlanchinol, además de estos atractivos, se puede disfrutar de un exquisito café local, cultivado en suelos ricos y bajo un clima privilegiado. Este municipio de "neblina eterna" invita a sumergirse en sus paisajes, tradiciones y aventuras, dejando recuerdos imborrables para quienes lo visitan.