Redacción
La epidemia por VIH y sida representa uno de los mayores retos para la salud pública en el mundo debido a que ha cobrado la vida de más de 33 millones de personas desde el comienzo de esta infección.
Hoy, el acceso creciente a métodos de prevención, diagnóstico, atención y tratamientos eficaces, ha permitido una respuesta integral centrada en los derechos de todas las personas.
La Profilaxis Preexposición (PrEP) es uno de los acercamientos biomédicos más efectivos para la prevención del riesgo de infección por VIH. Por ello, el coordinador estatal del del Programa de Planificación Familiar y Anticoncepción, VIH/SIDA y Hepatitis C, Oscar Mera Moreno, indicó que el PrEP es un esquema de antirretrovirales (ARV) para la prevención de la infección por VIH en personas con riesgo de adquirir la infección.
Asimismo, señaló que se deben cumplir criterios para formar parte de este programa, por ejemplo, pertenecer a los siguientes sectores:
1. Hombres que tienen sexo con otros hombres
2. Mujeres trans
3. Ejercer trabajo sexual
4. Pareja que viva con VIH, cuya carga viral aún no es indetectable
5. Personas que usan drogas intravenosas
6. No vivir con VIH (el programa es preventivo)
En caso de cumplir con estos criterios, se deberá acudir a valoración en el Centro Ambulatorio de Prevención y Atención en VIH/Sida en Infecciones de Trasmisión Sexual (CAPASITS) con los siguientes documentos:
? INE
? CURP
? Comprobante de Domicilio (no mayor a 3 meses)
Los esquemas biomédicos para la prevención del VIH incluyen:
1) Profilaxis posexposición para personas que hayan tenido exposiciones de riesgo en las últimas 72 horas.
2) El esquema sin PrEP para personas sin riesgo sustancial o personas con riesgo sustancial pero que no optan por la PrEP.
3) El esquema con PrEP para personas con riesgo sustancial tanto en la modalidad diaria como en la modalidad por evento, a demanda.
Una vez que la persona usuaria ha iniciado el uso de la profilaxis, se sugiere realizar el seguimiento estrecho para evaluar la aceptabilidad de la medida profiláctica, conocer cómo ha adaptado su uso en la cotidianidad y qué tan efectiva ha sido de acuerdo con sus necesidades preventivas.
Según las recomendaciones de la OMS, el seguimiento a las personas usuarias de la PrEP debe efectuarse con una periodicidad trimestral, aunque se sugiere que la primera visita sea un mes posterior al inicio para evaluar la experiencia inicial, pero dejar la cita abierta en caso de dudas o alguna situación aclaratoria.