Desde hace 20 años a la fecha, la venta ilegal de concesiones de taxis ha sido una de las prácticas más comunes en la región Media, por parte de dueños de unidades de alquiler, y va en aumento, alcanzando desde 800 mil pesos hasta un millón.
De acuerdo a choferes del volante que batallan para tramitar o tener acceso a una concesión, reconocieron que es un tráfico de influencias que prevalece desde hace 20 años o más a la fecha; solo líderes de organizaciones, cuando gobernaba el PRI o el PAN en el Estado, realizaban movilizaciones usando a empleados para exigir más concesiones para la región. Sin embargo, solo los astutos políticos y dirigentes de organizaciones veían sus intereses personales para quedarse con ellas.
Los afectados que por miedo a represalias solicitaron el anonimato, comentaron que los trabajadores del volante de escasos recursos económicos, pero que llevan años como choferes, nunca pueden acceder a ese derecho dado la ambición de los líderes y actualmente hay gente que vende las concesiones en 800 mil pesos o hasta un millón de pesos.
Expusieron que es ilegal esta práctica, pero sigue registrándose en la zona Media; de hecho señalaron que la renta de concesiones en el transporte público, en especial de taxi, es un negocio jugoso que deja ganancias millonarias para grandes agrupaciones y titulares particulares, que cobran rentas anuales de miles de pesos por unidad.
Culminaron que, para entender mejor el tema, primero debe saberse que una concesión es el acto por medio del cual se concede a un particular el manejo y explotación de un servicio público o la explotación y aprovechamiento de bienes del dominio del Estado. Por ese motivo está prohibido vender, comprar y rentar placas de taxi, pero a pesar de esto, los titulares de las "placas" se anuncian en internet, periódicos y otros medios.