Redacción
Aunque Hidalgo no padece otras problemáticas delictivas como cárteles de la droga, sí posee una alta influencia huachicolera, es decir, el robo de combustible en la red de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En ese sentido, registros hemerográficos han dado cuenta de algunos cabecillas, o líderes huachicoleros, que han sido arrestados por autoridades estatales o federales en el combate a esa actividad delictiva.
Carlos HG, El Guiller
A mediados de junio de 2022, y mediante un operativo coordinado entre la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), fue detenido en Cuautepec, Carlos HG.
El Guiller estaba catalogado por el gobierno como cabecilla de célula criminal; además, extraoficialmente, desde septiembre de 2021 había tomado el control de esa actividad ilícita en la localidad Guadalupe Victoria.
Carlos HG fue asegurado mientras salía de su vivienda con su esposa para presuntamente recoger a sus hijos. Luego, fue canalizado a un penal federal para continuar con su proceso legal, ya que el huachicoleo es un delito de índole federal.
Marín o Marino
El 22 de agosto de 2021 fue asegurado entre los límites de Puebla e Hidalgo el principal líder huachicolero de la segunda entidad identificado como Marín N y su captura fue confirmada en el Registro Nacional de Detenciones.
Antes, el 26 julio de dicho año, fue registrado un presunto enfrentamiento entre agentes ministeriales y presuntos huachicoleros en el municipio de Cuautepec para lograr la aprehensión del Marín, o Marino, pero falló y hubo tres personas heridas y un muerto.
José Artemio Maldonado Mejía, el Michoacano
La madrugada del primero de diciembre de 2021, un comando liberó de un penal de Hidalgo a José Artemio Maldonado Mejía, alias El Michoacano, El R o El Rabias, quien es un líder criminal dedicado al trasiego de hidrocarburo robado y otros delitos.
El sujeto es conocido como líder del Cártel Pueblos Unidos, dedicado principalmente al robo de combustible en la región Hidalgo y por ello se encontraba preso en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Tula de Allende.
Para sacarlo del complejo carcelario, fueron incendiadas camionetas y detonados autosbomba en la periferia como distracción para que grupos armados entraran y liberaran al Michoacano y otras personas.