En octubre de 2016, el árbitro Ismael Hernández, mejor conocido como “Maradona” dirigió los destinos del duelo entre el Deportivo Centro y el Deportivo Pintor en la jornada 11 del torneo de copa denominado “Severo Martínez Guillén”, de la Liga Municipal de Fútbol de Veteranos (LMFV); en donde el silbante, tuvo una tarde por demás desastrosa, en donde el juego no culminó de forma normal.
El juego se celebró en la cancha del corral blanco 2 y el equipo del Centro se fue al frente en el escore con un contundente 3 – 0 al Pintor que presentaba ausencias importantes y el árbitro no marcó un jalón dentro del área al delantero del Centro y no marcó la pena máxima, ni tampoco expulsó la defensa rival.
Con el 4 – 0 el Centro humillaba a los veracruzanos, pero entró de cambio Jimmy Hernández, Geiser Hernández y Aristeo “la Pirru” Flores y el accionar del Pintor fue diferente y una falta en la media cancha el silbante la marcó al revés y “la Pirru” se avivó y le dio un pase a Geiser Hernández e hizo el 1 – 4.
Los jugadores del Centro le reclamaban al silbante un supuesto fuera de lugar del anotador y dos minutos más tarde, marcó un penal a favor del Pintor y algunos jugadores contrarios le reclamaron con palabras altisonantes y algunos insultos y al árbitro amonestó y después expulsó a Lauro Nava y Jimmy Hernández hizo el 2 – 4, así se fueron al descanso.
En la segunda parte Blas “la Coneja” barrió al defensa del Centro y el silbante expulsó a “la Pirru” y a Blas y después señaló que “la Pirru” no estaba expulsado que se había equivocado, el 3 – 4 lo consiguió “la Pirru”. Al minuto 79 el nazareno no marcó una pena máxima a favor del Pintor y la afición le reclamaron “su pobre criterio” y al 80 Adelaido Azuara y “la Pirru” disputaron el balón dentro del área del Centro y cuando el esférico estaba en otro sector del campo, ambos jugadores se empujaron y se encararon y Adelaido le propinó un golpe de derecha con puño cerrado a “la Pirru” y el “Fair Play” había huido de tiempo atrás y los jugadores de ambas escuadras le reclamaron al silbante y ante la falta de garantías hacía su persona, decidió culminar el duelo.
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